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Las papelerías como las conocíamos han cambiado mucho a través de los años. Con los años se han ido adaptando cada vez más a los diversos gustos que conforman las diferentes sociedades. Pero todo eso tiene su por qué. Veámoslo.

Las demandas del mercado, el objetivo de las papelerías

Como te mencionábamos arriba en la introducción, las papelerías tienen toda una razón detrás por la que han llegado a gustarnos tanto en las últimas décadas. Y una de esas razones se debe a algo simple pero grande: las demandas del mercado.

Con este último término nos referimos básicamente, y en palabras muy sencillas, a “lo que la gente quiere”, bien sea consumir, comprar, usar, entre otras. En este caso dirigido a la papelería.

Ahora bien, si nos ponemos un poco más profundos en nuestro análisis, encontraremos que a finales de los 80 y 90, las papelerías fabricaban sus productos teniendo como norte a las empresas principalmente.

En ese momento las empresas se componían de un montón de oficinas que en dichas épocas estaban en boga, funcionando y trabajando en torno a los avances tecnológicos, aprovechando que las computadoras cada vez se iban desarrollando y mejorando cada vez más.

En aquel entonces las papelerías respondían a las demandas de ese mercado empresarial que necesitaba cosas concretas de las papelerías, como hojas blancas, carpetas sencillas, lapiceros de tinta negra, azul y roja nada más, y el corrector líquido apenas estaba comenzando a utilizarse.

Las demandas del mercado actuales: más colorido y personalizado

Ya vimos un ejemplo simplificado de cómo funcionaban las papelerías hace más de 30 años atrás, cómo la estética de sus productos cambiaban en tanto lo hacían también las demandas más importantes de la época como eran las empresariales.

Entonces, ¿qué sucede actualmente? Si vemos bien, las papelerías se han llenado de colores, de libros con estampados de diferentes diseños, páginas con pequeños dibujos, resaltadores con una gama más amplia de colores que sólo la amarilla, y así sucesivamente.

Lo que vemos es que las demandas del mercado de las papelerías han girado sus miradas hacia una amplitud de gustos, edades y sectores consumidores. De manera que no sólo siguieron produciendo para las empresas, sino también, y con especial enfoque, a la juventud, por ejemplo.

La juventud ha ido tomando un papel cada vez más importante en el mundo, y con ello lo que deseaban de las papelerías, que es básicamente lo que vemos en casi todas: plumones coloridos, carpetas de materiales diferentes, libretas con un sinfín de diseños, y demás.

Conclusiones

A primera vista las papelerías parecieran aburridas, pero cuando vemos que están relacionadas con las demandas del mercado y lo que esté en boga en la actualidad, la papelería girará en torno a ello.

De modo que las papelerías no son simplemente la venta de lapiceros de colores y carpetas marrones, es toda una industria que existe detrás que hace posible que nos preguntemos ¿por qué las papelerías nos gustan tanto?

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